26 de Diciembre 2004

EL INSTANTE ES SOBERANO

Para estallar en mil colores, el haz de luz blanca debe concentrarse primero en un único punto átono, ciego y espectral.


[…]


No es hasta que empiezo a alejarme que tú te aproximas — No es hasta la raya del horizonte cuando se inicia la puesta de sol.


[…]


Como un anciano que ha perdido todos sus dientes y debe masticar con las blandas encías, degluto con dificultad las viandas que en otro tiempo degustaba. El fin se ha convertido, para mí, en el principio.


[…]


Imposible contemplarse en un espejo ahumado por las demasiadas miradas.


[…]


Deconstruido el edificio heredado y constatada su falta de fundamento (último y primero), aún hay que decidir cuál es el próximo paso: levantar una nueva construcción o dejar que crezca en su lugar un inculto campo florido.


[…]


Como un cono de incienso he querido vivir: ardiente, centrípeto y aromático hasta la última brizna.


[…]


La transgresión: superar los límites (pactados o impuestos) para toparse con los límites que no se negocian. Naturaleza, ¡oh sublime ordenadora!


[…]


Todo rebelde aspira, no al caos, sino a un orden lícito. Quien rompe las normas sólo para ocupar el lugar del Legítimo Regente (Sísifo, Ícaro, Tántalo: esdrújulos héroes equivocados), pena su error con la insatisfacción permanente.


[…]


El instante es soberano: nadie puede juzgarlo desde el tiempo (la supuesta y falsaria “perspectiva histórica”) o el espacio (desde un afuera presuntamente higiénico y esterilizado). Lo que ocurre, parte de sí mismo y a sí mismo ha de regresar limpio, puro e inmaculado.

Escrito por JoséLuis a las 12:40 PM | Comentarios (0)

24 de Diciembre 2004

CIRCUNVOLUCIÓN

La evolución quizá si describa una trayectoria lineal, pero lo seguro es el carácter errático y deambulatorio de la reflexión.

Laberinto plagado de curvas y meandros, uno se adentra por sus callejas seguro del punto de partida (yo soy yo, y medito), pero incierto acerca del puerto final, y aun de su existencia.

Por la mente se navega, eso es evidente, pero a la deriva: sin timón ni bote salvavidas. A través de regueros y canales se hunde la mirada en lo incierto, palpando, tratando de vislumbrar una ruta que no hay, pues el movimiento se demuestra andando y la línea del horizonte, en cambio, retrocede a cada paso que se da.

Armado con la linterna de un solo ojo (el explorador es un cíclope con los pies de barro y la frente despeinada), se confunde el túnel con una tubería ¿de alimentación o de desagüe? Inútil preguntarle al barquero acerca de la estabilidad de su embarcación: bastante tarea tiene con seguir reclutando marineros como para, además, atender a su pasaje.

La madeja de los vientos nos enreda con sus seducciones volubles, pero la estrategia del timonel no es aferrarse a su volante sino transformarla en rueda de la fortuna: ¡que gire la sagrada hipotenusa y se consume en su ser cambiante el triángulo abismal de las Bermudas!

Escrito por JoséLuis a las 12:36 PM | Comentarios (0)

19 de Diciembre 2004

VELOCIDAD DE FUGA

Con objeto de escapar a la fuerza succionadora de la gravedad, una aeronave ha de alcanzar una determinda “velocidad de fuga”. Para ello, los ingenieros la dotan de potentes propulsores, de chorros ígneos con que pueda trasgredir la ley según la cual todo lo que sube, cae. El horizonte es conseguir una capacidad de aceleración tal, que la lógica se invierta y el magnetismo se transforme en repulsión (Saturno vomitando a sus hijos).

Pero aquello que es válido para los cuerpos sólidos, no tiene por qué serlo para las sustancias espirituales.

Por ejemplo, una nube abandona lentamente las capas inferiores de la atmósfera, y para lograrlo no ha de realizar ningún esfuerzo. Las gotas de rocío matutino se elevan dulcemente hasta los cielos sin delinquir en ningún momento contra la Madre Naturaleza (hasta el punto de que Cyrano soñó utilizarlo en su viaje a la Luna, tal es su capacidad de traslación onírica).

El humo que desprende el cigarrillo que fumo me comunica esta lección: para evadirse del mundo que te atenaza, no has de alimentar la prisa (correlato físico de una perversidad moral), sino la parsimonia.

Ralentizándose, el pensamiento se aclara y se aligera. Poco a poco, se empieza a elevar y, en un lapso de tiempo ilimitado (cuando se trata de procesos de sublimación, no hay términos previos), abandonará el círculo carcelario de la Tierra. Sin vulnerar un solo decreto cósmico, sin atentar contra una disposición de Dios: con la inocencia de un globo que, movido por su propia oquedad interior, se separa y se va.

Escrito por JoséLuis a las 1:58 PM | Comentarios (0)

MIDE EL TIEMPO

Mide el tiempo que pasa entre el hecho y su sentido. Pésalo en una balanza, escruta su tamaño y densidad: en ello se concita la respuesta a tus repetidas inquisiciones acerca de la oportunidad y la validez —clave de bóveda donde la verdad descansa y no se cansa de esperar tu comparecencia.


[…]


La vuelta a mi espíritu en ochenta minutos, horas, días, semanas. Sólo para comprobar que es una esfera y, por mucho que yo me aleje, siempre he de regresar al punto de partida.


[…]


El capricho es la corteza (más dura, oscura y crujiente) de una hogaza de pan cuya miga es el Destino.


[…]


Cuanto más exterior es el anillo, tanto más viejo y carente de savia. Observa el árbol: describe un movimiento centrífugo —cuyo eje siempre está quieto en el medio.


[…]


El sexto sentido “supera dialécticamente” a los otros cinco: no los niega, los lleva consigo.


[…]


Amo la facilidad en lo inmediato porque, gracias a ella, puedo soportar lo arduo de la mediación y su íntima necesidad.


[…]


Simplifica lo cotidiano para gozar del arabeso cósmico sin trabas ni angosturas.


[…]


La T le brinda un techo a la E en el verbo TEMER.

Escrito por JoséLuis a las 1:57 PM

16 de Diciembre 2004

LA AMBIGÜEDAD ES UN DON

“El poeta es un señor que vive del anonimato” (M. GREGORIO GONZÁLEZ).

Las grandes cordilleras están rodeadas por enormes llanuras a su alrededor. El escalador tendrá que revelarse, ante todo, un reptil consumado en la planicie.


[…]


Tomas impulso cuando crees que retrocedes. Pero sólo el vigía lo sabe, en su distancia.


[…]


La alternancia de empuje y retracción es exclusiva de los mares abiertos. En los lagos nunca se agita nada por sí mismo.


[…]


Cuando cojeabas, se te dio un bastón; tras perder la movilidad de ambas piernas, recibiste dos muletas. Si ahora caminas y te sostienes sin dificultad, ¿por qué carajo sigues reclamando —el qué, a quién?


[…]


La anticipación es virtud en el orden de la tendencia y error en el orden del acto. La persona iluminada se atiene siempre al compás.


[…]


De tanto conformarme con vuelos rasos, he acabado por no poder ni despegar. De aviador tendré que reconvertirme en escafandrista.


[…]


Cuando cambias la flauta por la gaita, lo peor no es alterar la posición de los dedos, ni tener que aplicarse a una boquilla, sino asumir el hecho (sacrílego) de que a una espiración no le sucede, natural e inmediatamente, un sonido. Así ocurre también en la vida conyugal.


[…]


Invertir años en buscar una voz propia y, al encontrarla, descartar que uno tenga nada que decir.


[…]


La ambigüedad es el estado inicial del dolor para el necio, y el estado final del placer para el sabio.


[…]


Atisbar un concepto nuclear, cuya evolución se intuye más o menos al completo, y dejarlo en suspenso y sin desarrollar. Mantenerlo así, en su pura virtualidad nubosa, sabiendo que cualquier día ha de llover y nos empapará con su agua de certezas.


[…]


Si amamos la cresta de la ola no es porque sea nueva y acabe de llegar, sino porque nos desplaza o arrastra con ella.


[…]


En los círculos concéntricos de la conciencia, me hallo ahora en algo así como la periferia: grandes extensiones blancas y ni un sola construcción.


[…]


Basta con que algo suceda para que pase de azaroso a fatal.


[…]


Los olores nos ubican en el tiempo y nos datan en el espacio.


[…]


Toda fotografía es un autorretrato, excepto los autorretratos (que son trampantojos).


[…]


La ambigüedad es un don del receptor —don porque lo da y don porque se le concede.


[…]


Ni apertura, ni clausura. Un punto suspendido en el vacío que no sabe si está, va o se va.


[…]


Para percibir su quietud propia, la conciencia debe sentirse rodeada por el movimiento; de lo contrario, comienza a vibrar pidiendo guerra.


[…]


Saber o ganar.


[…]


Hay quien lee para formarse o informarse, para llegar a ser una persona culta, para prosperar en el mundo. Y hay quien lee por un afán indómito de olvidar lo que le fue enseñado, lo que se le impuso a su pesar: hay quien (como yo) lee para desaprender y escribe para testimoniarlo.


[…]


O radical, o accesorio.


[…]


No hay más seda que la que arde
conmigo dentro —larva no rescatada
por su poética transformación.


[…]


La mañana imparte una justicia inmediata: a cada patinazo le sigue su simbólica sanción, y no existe negligencia que quede impune.

Luego, a medida que avanza el día, se irá ralentizando la mecánica de la transgresión y su castigo —hasta llegar a la noche, cuando todos los gatos son pardos y las fechorías, permanentes.

La jornada describe así una lenta trayectoria hacia el ocaso.

[…]


Me repugna la actitud del jugador profesional. Su consabido estatus le ampara de los riesgos que corre. Nunca se apea del tren. Todo en él es beneficio, a fortiori cuando pierde.

Prefiero cien veces la incertidumbre consustancial a no saber si se está (o no) apostando, el abismático quizá, el intrépido tal vez.


[…]


Al buen entendedor, una palabra le basta (a condición de que mantenga en perfecto estado su caja de resonancia).


[…]


De poco sirve una maza de oro si tienes el tambor lleno de trapos.


[…]


Intransitivo = reflexivo. Ejemplo: comenzar.


[…]


No existe tragedia que supere a la de un lápiz cuya punta, ¡crac!, se despunta.

Escrito por JoséLuis a las 1:54 PM | Comentarios (1)

10 de Diciembre 2004

MEMENTO MORI

“Se paga muy caro ser inmortal: es preciso morir muchas veces mientras se vive” (NIETZSCHE).

Como Billy Budd en un bajel de bucaneros, navega el desmemoriado por un mar de recuerdos ajenos. Para mutar de víctima propiciatoria en verdugo espurio, tendrá que recurrir rapto lúcido contra mecánica develación a la estrategia del suplantador.


[…]


Con flases momificamos al prójimo siempre inédito: el juicio sumarísimo de un momento en claro le condenará, en lo sucesivo, a una ritual indefensión.


[…]


Empezar cada día desde cero, ¡qué digo!, a cada instante. Liberarse del empujón del antecedente se convierte en la condena (y no en la expiación) única y exclusivamente si le implantamos un fin a la errancia, un norte, una dirección. De no admitir puerto alguno de destino, podría uno navegar…


[…]


El curso de los acontecimientos lo determinamos nosotros con una sola decisión soberana… a la que le sucede una larga cadena de consecuencias esclavas.


[…]


El tiempo existe, pero nosotros lo vivimos al revés.


[…]


Como Edipo, somos reyes tuertos al que sólo un ciego colocará en su lugar.


[…]


Una película—una bobina: la vida, visionada a contrapelo de su significado real.


[…]


Remonta el salmón el curso del río sólo para plantar la semilla que le ha de conducir (a él o a otro: aquí habla la especie) justo hasta el mismo sitio.


[…]


Para escapar a la claustrofóbica imperiosidad del puro presente, debe uno desdoblarse: proyectando el yo que no acumula hacia un él todo avaricia.


[…]


“El presente es trivial y lo apunto en jodidas notas”. Pero trascender lo inmediato conduce al crimen, ES el crimen.


[…]


Como un PC tonto, el puro se autoimpone el atenerse a lo que hay. En cuanto aspira a coronar una cima cualquiera, se despeña y pierde pie —sin poder ganar a cambio la conciencia de caída.

Escrito por JoséLuis a las 2:15 PM | Comentarios (0)

UNO MENOS

“¿Qué te ocurre en la gran mancha / de tu ser negro y perdido / que anda cojo en su estatura?” (PUSHKIN)


Este hombre no se hizo a sí mismo, pero evitó que nada ni nadie extrajeran de su vida utilidad. El logro que se propuso fue perecer como nació: incógnito, absorto y sideral.


[…]


Mejor que uno más es uno menos.


[…]


Vacación: ausencia, pausa mate, contrariedad ante lo que es y se tiene a cambio de una apuesta abisal por la borradura.


[…]


Como un glaciar, retengo mis aguas mayores con paciencia de galápago o de ámbar vegetal. Sólo si el entorno es favorable volveré yo a circular, alegre, por la ladera abajo.


[…]


Por fuera, todo es lo mismo: la escena, el decorado, la obra y el actor. Sólo por dentro nada es igual: en la platea, ya no estoy yo. Todo se produce en el vacío.


[…]


No hay sensación más estática que la de asumir nuestro estado actual como episódico y transitorio.


[…]


La percepción de la propia sustancia requiere la del entorno como accidente. En cuanto la circunstancia se coagula, la lógica se invierte y es uno mismo quien acaba por creerse inesencial.


[…]


Dínamis: reina del afuera o monarca interior. Impensable (materialmente inconcebible) un águila bicéfala.


[…]


Estuve y estaré —pero no estoy, luego no soy.


[…]


Acojo las ideas que me asaltan sin hacerles preguntas ni imponerles una jerarquía exterior: las asumo como percepciones mentales y me niego a someterlas a examen. No os extrañe, pues, que me oigáis defender una tesis y justo la contraria. Para mí, cada palo aguanta su vela y yo me limito a ejercer el humilde papel de testigo transmisor.


[…]


A la esponjosidad (transido por todo en todos lados) le ha sucedido el tacto resbaladizo de lo impermeable. Chocan los estímulos contra mi caparazón y caen, exánimes, los pájaros muertos en la acera.


[…]


No necesita para embarrancar el transatlántico una gran escollera de coral: le basta un ancla hundida sólidamente en el fondo de arena.


[…]


La peor indiferencia no es la que opone una falta de respuesta al dardo envenenado sino la que permite, una y otra vez, que se clave en el escudo.


[…]


El final del sortilegio es el principio de la búsqueda.


[…]


Para el hombre del Todo subjetivo, cualquier pérdida (aunque sea en forma de transitoria inactividad o de barbecho) supone una intolerable amputación.


[…]


Perdí el don. Ya sólo me tuteo.


[…]


En el orden de lo humano, a mayor prolijidad, tanto más irrelevante se revela el conocimiento.


[…]


La sensación se produce cuando el yo percibe, a través del estímulo, lo que es distinto a él, lo desusado, lo que aún no ha caído en la tumba de un cajón. Cuando ya las experiencias se cansan de afirmar el eterno retorno de lo mismo (idéntico en la misma sucesión: la insignificancia), se consuma la esclerosis y se anula la percepción. Un ciego avanzando por un túnel. Un sordo junto al mar. Un hombre petrificado. Una estatua de sal.


[…]


A los espectadores del tendido de sombra no les sorprendió que el toro saltara el burladero y tratase de cornearlos; es más, en su fuero interno ya habían salivado con esa improbable posibilidad —ahora, al fin, concretada.


[…]


Cuanto más asideros busques, tanto más resbalarás. Te aferras, y arrastras contigo lo que podría haberte afianzado, de contemplarlo en su condición efímera y huidiza.


[…]


No existe la lucidez retrospectiva: uno sólo puede ver claro lo que tiene delante, cuando lo tiene (y cuando lo ve).


[…]


“Vivir no es nada. Ser es todo”. (G. BENN).


[…]


La exaltación no conoce el lenguaje del sucedáneo: al librarse a la inocencia de la pura exteriorización, tan útil le resulta una churra como una merina —a condición de que no se reserve nada.


[…]


El yo que busco en los diarios ajenos es el impersonal: el que nos une.


[…]


Un rincón glorificado es una pista de despegue; la inmensidad que no suscita la celebración, en cambio, condena todos los vuelos a un aterrizaje forzoso.


[…]


No sé si la tapia ha crecido o soy yo, quien pierde su capacidad de salto.


[…]


La forma más sofisticada de afirmarse es la autorrefutación.

Escrito por JoséLuis a las 2:14 PM | Comentarios (0)

3 de Diciembre 2004

RECTA A VUELAPLUMA

Hay una escritura patógena y una escritura terapéutica: aquélla reabre una y otra vez la herida que ésta se encarga de cauterizar. En mi mano, la estilográfica asume, sucesivamente, el aspecto de un punzón y una grapadora. Rajando y suturando, me veo como el cirujano de mi espíritu (el cual, como un cadáver en la mesa de disección, me contempla a su vez con una mirada hueca, fría e inanimada).


[...]


La lectura como expiación de una etapa ágrafa.


[...]


Leer para ser redimido por lo que se lee y (también) por lo que entretando se deja de escribir.


[...]


Transcribir: convertirse en sombra de una sombra para alcanzar, quizá, el estatus de una irradiación refleja.


[...]


La rutina pide más rutina para percibirse a sí misma como capilar innovación.


[...]


Dentro de una botella, la menor agitación alcanza el rango de cataclismo.


[...]


La sobredeterminación esparce caos por todos lados.


[...]


Trazo las rectas breves con regla y las prolongadas, a vuelapluma.

Escrito por JoséLuis a las 12:42 PM | Comentarios (1)