"... abocado al blanco de una vida por escribir..." (E. VILA-MATAS)
Ya la calientes con alcohol, gas o carbón, seguirás cocinando tu olla podrida.
[...]
Tú eres el mismo de siempre, sólo que visto desde muy atrás.
[...]
Todas las palabras nuevas serán usadas
Todas las palabras usadas se irán gastando
Todas las palabras gastadas se agrietarán
y volverán a ser polvo de nuevo,
mientras no se aboquen a la infancia
del versículo no dicho en la mañana.
[...]
Basta contemplar cómo el hinchador confiere forma a la tira de plástico para imaginar / lo que haría la plétora con mi espíritu exangüe.
[...]
Flotas sobre el aire
contenido en una sola palabra
prudente, ahíta de sí.
[...]
Los paseantes consuman sus últimos ritos / deambulando en zigzag junto a la orilla.
[...]
De lo propio de uno, nadie se puede apropiar.
[...]
La playa es la realidad: una estructura artificial asomándose a lo informe.
[...]
Sobre la base elevada
de una nube sólida, voy recorriendo
los mares sobre la tierra.
[...]
"Las cosas son bellas precisamente porque son frágiles e inconsistentes" (K. YOSHIDA)
[...]
La estrella mayor me guía / hasta galaxias que ya no hay.
[...]
La iluminación al final del camino, eso tiene su lógica, pero: ¿a mitad del recorrido: oscuridad por delante, oscuridad por detrás?
OTROS TEXTOS DEL AUTOR EN: http://www.sapiens.ya.com/joseluistrullo
"Los humanos sentidos se afinan hacia la aurora" (M. ZAMBRANO)
La capa de grasa que te protege del frío es la que te aísla del calor (remoto, inhumano y sensacional) de las tierras hondas.
[...]
Enmedio significa: sin cumbres ni abismos, o sea, completamente chato.
[...]
Nadie responde a la pregunta informulada en ningún lugar, por causa alguna.
[...]
La gran limitación de la fuga como forma musical es que se desenlace resulta por completo arbitrario: si de ella dependiera, se prolongaría indefinidamente.
[...]
Con grandes lágrimas levanta su brazo / el segador.
[...]
El sentimiento del hogar está reñido con su hermana menor, la existencia del hogar.
[...]
Obturación--Taponamiento--Mortaja: procedimientos para detener la circulación de los fluidos / sin perder la buena cara.
[...]
Por debajo de la serpiente,
exánime, justo a la altura del vientre,
se desenrosca
la espiral de lo incierto.
[...]
Con el paso del tiempo, la mediocridad, o es dorada, o se vuelve mate.
[...]
Espera objetual: con los años, te descascarillas.
[...]
Toda solución engendra dos nuevos problemas: uno, evidente y el otro, latente, remoto y amenazador.
[...]
Siempre la misma nubecilla
gris perla a la altura de la frente:
justo en el espacio entre las cejas,
allí donde nada puede cuajar.
[...]
Tras las ventanas abiertas
la misma retahíla de sombras
embozándose no adrede:
es su destino
de oscuridad, el que no prende.
[...]
La peor sensación de cansancio es la que te asalta cuando no has hecho, todavía, ningún esfuerzo.
[...]
Como un hierro al aire libre: justo al revés.
OTROS TEXTOS DEL AUTOR EN: http://www.sapiens.ya.com/joseluistrullo
Poemas (2002)
1
“Nada detrás de los ojos”:
la sencilla disposición carente
y una ignorancia absoluta
del absoluto palmario.
“Nada detrás de los ojos”:
todo delante, y no el todo
ni el acaso ni el quizás:
apéndices y extensiones.
“Nada detrás de los ojos”,
excepto un espejo chiquito
dispuesto a deslumbrarse por los dos
—por ti, que lo viste sin saberlo
y por mi, que lo sé y no lo vi.
2
Todo lo que pueda ser construido, será construido.
Los espacios vacíos serán llenados.
Las expectativas, colmadas.
Nada que pueda ser hecho quedará sin hacer.
En ningún lugar se pronunciará palabra alguna
de lamento por los sueños inconclusos.
Las frentes ignorarán el sudor.
Los ojos, las lágrimas o el parpadeo.
Por doquier cundirá la sensación de un equilibrio
conseguido a golpes de insistencia.
La tenacidad se verá recompensada
por la abulia de la concreción.
El bostezo reinará macizo, apacible
e incontrovertido.
La inspiración lunar,
refleja por omisión de una luz no apropiada
ni poseída en el acto mismo de ocultarse,
es el sueño inmanente al eclipse total.
3
“Todo es esponjoso apenas se lo mira mucho” (J.CORTÁZAR)
Todo es esponjoso, y maternal
y la M-E-N-T-E perforable, y porosa
a los vientos más propicios
apenas se la deja sola
en el rincón más infinito
de atestada soledad.
Todo fluye, y se detiene
y vuelve a manar como agua o sangre
si los ojos vagan al azar
y la atención se abre
y aprende y no aprehende
más que lo que deja escapar.
Todo está en todo
y TÚ en ninguna parte
--cuando, aislado, participas.
En un páramo desierto
se destilan, se van destilando
las experiencias no usadas,
no conocidas al trasluz de un instante
jamás perpetuado.
4
En un cráter insólitamente avaro,
como si no quisiera elevarse, caen
las gotas que antaño mojaban y ya no
(humedad que los vientos secaron
en plasmación de una inminente sequía).
En una loma erosionada, en un caos
de líneas sin altura, en cientos de paisajes
borrados de los mapas, en diagramas planos
van siguiéndose los sinsentidos,
la falta, las taras,
el apagón.
5
Del lado menguante de la promesa
De la cara oculta que no se muestra
Del arcén, y aun del vado anegado
por los atisbos que no han cuajado
De la implacable propensión a la caída
que los pesos muertos de por sí tenían
Del jazmín tronchado y el cacto roto
De la flor carnívora y el difunto loto
De la concatenación funesta
De la ayuda que no se presta
Del ángel Del odio
Del trajín Del lodo
... de la depauperada
canción no cantada...
6
Perder el brillo
y la rugosidad,
alisarse
bajo el rodillo de los años
y el contacto acre
de la Gran Mole.
Soñar quizás
que se sigue soñando,
y se angosta la aventura
a teñir de rojo el parangón
monocromo del puñal.
Darse de bruces
otra vez, y otra, y otra
y otra con los espejismos
--gemas en la arena fría.
Bajar los brazos:
capitular para poder
volver a lucirse arrugado.
--Tal es el sabido y no proclamado
privilegio de los muelles.
7
Pasmado ante las puertas
medio abiertas, medio cerradas,
voy desgranando una tras otra
las cuentas no saldadas, la lista
de la opción truncada, el quizás,
el tal vez y el todavía.
Absorto en la botella
medio llena medio vacía, me abismo
por las curvas del balance fatal:
imposible decidir el resultado
si prosigue el calvario indeciso
del ahora, los entonces, el ya no…
8
Volátil, el encanto
se desvanece
al contacto de la insidia.
Lábiles
y huidizos, los ensalmos
fracasan ante la incursión.
Poco resiste
el candor--no aguanta
las claridades.
9
No persistente,
horadó la gota
el macizo de la cal.
En nada calculador,
fue cediendo la tarima
ante el peso del aire.
Leve, ligera,
someramente se impone
la enormidad pequeña.
10
Tú también te vas
y al poco retornas
o vienes tan sólo
para volverte a marchar
--rizo inconsistente,
fiasco postrero
de no sé qué afán
No hay superioridad
entre tu inconstancia y las cosas,
ambas el mismo ejemplo
de una ley no declarada:
la que hermana el sí y el no,
el nada distinto de siempre
y el perpetuo todo igual.
11
El lujo de sentirse
triste sin razones,
abúlico ante el exceso
de ventanas abiertas,
desorientado por falta
de la falta real de un norte:
crucificado
en la intersección de la nada
por arriba, nada por todos lados.
12
Los rostros logrados, sorprendidos
en un momento de abstracción,
perviven precintados en su aura.
Los gestos exquisitos,
sublimes--la mejor canción,
siguen vigentes cuando se apagan.
Nada puede contra el halo
de gasas la brutal acometida:
el cerco de llamas no extinguidas
lo cobija, risueño, en su regazo.
13
¡Embriagaos!
Con el agua matinal y el vaho
del recuerdo entre los dedos.
¡Conjugad el aquí y ahora
con el nunca jamás de otrora!
Vivid suspendidos
en el hilo que se teje a sí mismo:
sabed
que está ausente el presente
y no se sacia esta sed
--tal que ayer,
tal que siempre.
14
Que nadie me toque
--dijo el leproso.
Que no sea visto, que nadie
pueda decir que me conoce:
que no perdure mi nombre
y quede de mí tan sólo el polvo.
¡Que el viento me lleve!
--proclamó la hoja
seca de esperar.
15
El implacable dictado
La segura recitación
Sonsonetes
Letanías
Rezos:
conjugándose se desvanece
el verbo no-ser.
16
Atorado en un enclave
sin direcciones conocidas
--aquí todo está aquí,
nada para mañana--
parapetándose
en su desidia protectora, se devana
los sesos el augur:
dice que dirá
en otro momento, en otro lugar
lo que antes se callaba.
¿Qué hacemos?
¿Lo crucificamos
o le creemos?
¿Confiamos
en quien otrora dio en el clavo,
o le ahorcarmos como ejemplo
de futuros adivinos ciegos,
sordos y callados?
Miro al cielo,
doy un paso
y espero
la pública resolución:
efímera absolución
o perpetua condena.
17
Flota a imitación
de las plumas negras, grises y blancas
Oscila en un instante
que va resbalando hacia su fin
Despliégate Vibra Cae
en aguas de limo intacto
Ensueña
Fabula la vida que vives
tú en realidad
Buceando
se eleva el pez-pájaro
hasta el confín de la laguna.
Demasiados añosdemediada
intensidad desbocada por las leyes
centrífugas de la materia.
Exceso de energía
invertida en todas direcciones
y al mismo tiempo.
Acumulación
finalmente abortada: el tiempo
distrae lo que dice concentrar
y al azar entrega la
d-i-s-e-m-i-n-a-c-i-ó-n.
18
No soporta el pleno sol
la emanación horaria--
No admite las injurias
cenitales--Ella reina
sin testigos ni después
en su entreagua.
19
Los mares cerrados se renuevan
por dentro -- por el ombligo
girando sobre sí mismo.
Los puertos crecen interiormente,
añadiendo arena a la arena.
Si madura, el trigo
es abatido antes de la siega,
y la fruta no reverdece
sino en el árbol más alto.
No es clemente el verano
en los bordes del camino.
20
Apartar los pinceles y los colores,
mantener el papel a distancia—
llevar lejos el agua (sobre todo el agua,
el agua sobre todas las cosas):
privarse de la pintura
hasta que lo impregne todo
el sirimiri.
21
Seguir cavando: aguas
más profundas cada vez,
ya sin mezcla, sin arenas
que confundan cielo y mar.
Hundir la pala,
hincarla de nuevo
hasta que, embriaguez
de la caída, devenga remo.
22
¿Qué santo, qué veneración
vendrá a colmar el gran vacío
que deja el desengaño al ocultarse?
¿A quién rezarán los adalides
de la fe sin recovecos, sin otra
ardencia que apagarse
en un mar de cera fría?
¿A dónde irán a morar
las aves del encantamiento cierto?
¿Cómo, cómo darse, ya,
a la inútil abrasión?
23
Gotas de rocío sobre una hoja
reseca por su orientación:
el sol pule todos los rostros
sin prestarles el menor brillo.
24
Basta un gesto,
apenas el ademán
exacto de la promesa,
para rodar
—impenitente—
de nuevo afuera.
Un signo es suficiente,
la presunción quizás,
el parpadeo
incierto de la quimera.
25
El creador de atmósferas envolventes
El que bebe de ellas,
el que bucea por donde las fuentes
El sublime impostor—El dictador
apostado en las gasas:
a ser vapor tiende
el que con nadie sueña,
nada reclama e ignora el yo.
26
La armonía tras la eclosión…
El tintineo inaudible, las brisas
acariciando lo que no se palpa
Un puñado de algodón y el lento
mecerse con la mañana.
Aguas tranquilas:
se deshace el amento
liberado de su vaina.
27
No hay ventolera capaz
de arrastrar esta chalupa
ni un meteoro que la saque
de su tenaz espera de nada
Tan sólo la consabida
cunita del puerto gris:
olas menores la mecen
a medianoche.
28
El glamur de las copas
Una nube volcada
sobre la ciudad a media tarde
Gasas
Gasas y una envoltura
de palabras sin pasión
La telaraña se desvanece
sobre el tejado de cristal
Unas migajas
de vapor que no se cuecen
La dirección
inconcreta, el sentido perdido:
sucesión
de hojas ocres y pardas.
29
Hay días
--como este día
Horas
--la de ahora
y ninguna otra
Instantes: lugares
ESTO Y AQUÍ
Prédica
que aún existe sólo para oprimir
El ahogo de un cielo encapotado
La tortura que dura
Vivencia, no trascendencia
Verano sin verano:
Insolacción
30
Recuerdo un tocadiscos girando,
girando como un vórtice que succiona hacia lo negro
Recuerdo una mesa de madera, y una silla con brazos
que abarcaba de mi ser todo el perímetro,
y un sofá que se hundía y buceaba
por mi alma como un batiscafo.
Recuerdo puntos de luz, e incandescencia por la pared
despellejada, y una tiniebla más allá
de todos que me decía: ven, ven… vienes, vienes…
Recuerdo frío--Recuerdo brasas
Recuerdo mi recuerdo evocando
otra música y la misma,
una fuerza que disgrega y congrega,
una subsumisión
liberadora, un temblor…
antes de ir…
tras haber vuelto…
32
Nunca ha sido contemplada
la estela del vuelo del ave.
Nadie puede jactarse de ver
el camino de la carpa dorada:
Tan impenetrable resulta también
de mis pasos la antigua clave.
33
Agua dulce
Agua clara
Agua y peces detentando la quietud
Agua que se detiene para mirarse
y cristaliza en armonías rojas
Agua a mis pies
y en la palma de la mano:
nubes perlando mi pelo
en el espejo de las mañanas
Agua que yo me invento
Agua marina
Agua que veo
Espuma y brisa
y cantos rodados y exclamación
quieta sin ruido,
hacia dentro: agua seca
por vez primera.
34
Hay en pleno verano
un instante de nostalgia
tan sólo por la nieve.
35
Ya la tierra amarillea:
los brotes que han de venir
serán tardíos de nuevo.
36
Espera,
no vengas: qúedate
donde estás. Permanece
en la distancia necesaria
para añorarte.
Concédeme
el espacio vacío que nos separa,
y en él yo tejeré
la tela que nos enzarce a los dos:
como la araña yo pendo
de cabo a cabo de la mañana.
Mírame,
comprueba cómo me columpio
entre tu ida y tu venida:
yo en el ínterin voy aprendiendo
el valor de tus ausencias innatas.
Da un salto
hacia atrás: retrocede
hasta donde estabas antes de tenerte,
que así yo pueda, de nuevo,
fabular que no existes, y al caer
en la cuenta de la falacia,
congratularme por mi ficción.
Dame un instante sin ti,
hazme creer que no eres lo que eres,
y desea que yo así también lo crea:
sólo entonces, plenamente
anonadados por su no estar,
sabrán de cierto lo que es vivir
tu yo y mi yo engarzados.
37
Las palabras mágicas
El ensalmo y los conjuros
La fórmula que obre el milagro
del todo a partir de la nada
Los términos iniciales,
yo los busco: el primer verso
que me ahínca y desenfunda.
El estado expectante,
la imprecación y sus corolarios:
eso es lo que hay, si no hay
por dónde llegarse afuera,
allá en los confines
donde resuena la otra lengua,
el idioma semiolvidado,
la divina murmuración
a la que el verbo, agotado,
en la ocasión regresa.
38
Interposiciones:
cómo sortearlas, y recobrar
el tacto inmediato,
la pregnancia, los convulsos
despertares en plena noche.
Filtros del agua pura:
quién los removerá, y a cambio
hará de las tripas, corazón:
una montaña de un grano arena,
el cosmos de una insinuación.
Benevolencia--cuándo la hay
en la vorágine de las opciones
todas equivalentes, todas vanas.
Equilibrio--dónde encontrarlo
sin caer en la media aritmética
ni en la fútil ecuanimidad.
39
Sólo la ocasión, la eventual
pleamar de los domingos.
Tan sólo el parpadeo
de un día sin antes o después.
Únicamente un sobresalto,
una pujanza universal, un sinfín
de melodías encadenadas,
un quiero sin querer nada en concreto
--un espasmo, una visión,
una esperanza acaso.
40
Una salita de estar
de la hondura de un aeropuerto:
esa ínfima abundancia
del mar en un dedal,
yo para mí la deseo.
41
Dónde se ubica la partición
exacta de la mañana,
en qué punto concreto el día
se escinde en dos mitades:
aquí la tierra consecutiva,
y allá el cielo simultáneo.
Hasta qué confín remoto
se extiende esta separación
y cuándo acabará la porfía
entre este lado de sal
y aquel reino de aguas.
42
Yo, que no conozco el insomnio, lo imagino
como una autopista sin gasolineras
o como esas semanas en que, cuanto ocurre,
ocurre sólo por fuera
--sin llamarnos a penetrar.
Yo, a quien jamás asaltó un desmayo, sé
que en sus brazos se conquista la calma
y cesa la búsqueda sin objeto de un objeto.
Yo, sin haber experimentado el horror,
me asusto al comprender desde muy lejos,
lo que de cerca no entendería.
A mí, lector de la vida ajena, me atañe tan sólo
la pura suposición de cuanto ignoro.
43
Quiero y no puedo
dejar de querer:
piedra que arde sigo siendo
en la espesura gris.
44
La humedad que lo impregna
todo por las mañanas
El frescor de lo intacto, la suave
impresión de sueño aún no truncado:
los rigores del océano
la orilla fría
el albor.
45
Una columna
de calor se eleva
de la vela en vertical.
No el cielo va buscando
donde disolverse, ni a la dulce
transparencia de la nube aspira:
tan sólo asciende,
se aleja y, subiendo, consuma
su vaga vocación etérea,
su separación.
46
No hay por dónde coger
lo que no prende en ningún sitio:
ignoro cuál es la red
para el pez inexistente.
Nada amenaza
a quien no se muestra jamás.
El domador del silencio
todavía no ha nacido.
Un cerco de llamas
protege los polos fríos:
al no-ser, una coraza.
47
Las cortinas: la espesura
prolifera hacia la luz, y la vela,
y la cubre de oprobio.
El visillo, la enredadera:
miles de zarcillos en ascensión
violenta contra el oro.
Amarguras
de la insana opacidad:
conspiración negra.
48
Oscilaciones de una vela
y su sombra en la pared:
nada concreta, y el tiempo
se devana en copos extáticos.
Ingravidez
entre inútiles suspiros:
las frágiles membranas
del ser están ausentes,
y con el vaho se desvanecen
al unísono las inquietudes.
No hay por adónde ir
desde el albo a ningún sitio.
49
Quién se cae
rodando por la duna hasta los pozos
Cuándo cae:
al amanecer y anocheciendo,
sin tiempo apenas para testar
Hacia dónde se precipita
el cuerpo despojado de su harapo
primario, esencial o falsario
Qué vuelo corto vertical
padece todo amor hacia sus bordes,
qué pulsión telúrica, qué terror:
cuál es su destino, si no gravitan
los pedazos en torno a un centro
absoluto de atracción.
OTROS TEXTOS DEL AUTOR: http://www.sapiens.ya.com/joseluistrullo
"No es el crepúsculo: es la luz exterior, que se intensifica"
Un sinfín de pasillos
con miles de puestas a cada lado
y un solo movimiento propulsor:
¿dónde queda, entonces,
tu multiplicidad?
[...]
La incógnita asume, en todo, cualquier valor: de aquí que todas las soluciones resulten siempre provisionales --pero la fórmula, no.
[...]
Desorientación es la impresión subjetiva de lo perfectamente ubicado, pero en trance de volverse a desplazar.
[...]
Lo fascinante no es de dónde venimos (por obvio) ni a dónde vamos (por especulativo), sino cómo y cuándo recorreremos (mensurable) el espacio real que separa ambas magnitudes anodinas.
[...]
Somos dioses cuando engendramos y mendigos tras dar a luz: entretando, solo humanos.
[...]
Únicamente el hambriento será saciado: sólo mana la fuente para el que proclama, claro y fuerte, toda su sed.
[...]
De la neurona en que reposa
remotamente la impresión fenomenal,
yo he de encontrar la sinapsis.
[...]
Desdichado terapeuta, con tus tumores / te extirpaste también la glándula del sueño.
[...]
Los estilos se crean por afinidades involuntarias y se destruyen por manifiesta hostilidad--con lo que queda demostrada / la carga letal de la conciencia.
[...]
No es el crepúsculo: es la luz exterior, que se intensifica.
[...]
Mi reino es este mundo
que tapáis con vuestra presencia
no solicitada.
[...]
¿Acabaré felicitándome por mis defectos--última constancia de lo que fui?
[...]
El coágulo de sangre, recurrente, sólo es removido por un brutal sobreesfuerzo del corazón adormilado.
[...]
Ya no resuena
mi voz en el valle
urbananizado.
[...]
El billete caracoleaba por el fondo de la piscina, allí donde nadie fuera a perturbar su tranquilísima / reptación hiperconsciente.
[...]
Las aguas más frías son las ignoran la costa de todos los concilios.
OTROS TEXTOS DEL AUTOR EN: http://www.sapiens.ya.com/joseluistrullo
"Escribir es hacerse pasar por otro" (S. PITOL)
Lentamente se impregnarán mis dedos con el rocío y el polen de las flores desecadas en los libros: muy poco a poco recobraré el contacto primigenio que antaño me desgarraba, y en los campanarios la melodía volverá a prender como al principio --resonante, equívoca y expansiva.
[...]
Los amplios circunloquios pespuntean una silueta, / el hueco del cuerpo que hubo y ya no hay, no sé si huido / o inhumado: para hallarlo sigo escribiendo.
[...]
Las más delirantes conjeturas (enfebrecidas criaturas de una mente desbordada por sus propias habbilidades) ya no supuran en la casa de la Apariencia: con las cortinas echadas, un espectro exánime está cosiendo en el sillón.
[...]
No debes buscar objetos que alimenten tu esperanza, sino para su ínanición: en el barro reseco del desánimo culebrea una visión que te transportará lejos.
[...]
Público de uno ante el espectáculo de nadie: ¿quién redactará la crítica, y quién será el criticado?
[...]
Nubes inesperadas prometen la lluvia que nadie solicitó: las focas aplauden ante el pescadito de plástico.
[...]
La ciencia de los nuevos materiales pergeña, sin ni siquiera sospecharlo, inéditos estados del espíritu.
[...]
¿Cuánto tiempo puede estar goteando una herida para que reconozcas, por fin, que te desangras?
[...]
La misma fuerza se requiere para moder la propia lengua que la necesaria para desenrollarla por completo (cual camaleón o alpinista / alcanzando una cumbre)
[...]
Fogonazos
de oscuridad iluminan
la película velada al amanecer.
[...]
Si paladeo por anticipado es para deglutir a la sazón una papilla / entremezclada con mis propios jugos gástricos.
[...]
Lo único que desea el rumiante es extraerle toda la sustancia al nutrimento antes de evacuarla: nada de dejar rastros detrás, ninguna opción para el reciclaje simbólico.
MÁS TEXTOS DEL AUTOR EN: http://www.sapiens.ya.com/joseluistrullo
"Si miras la cara de alguien durante el tiempo suficiente, acabarás por sentir que te estás mirando a ti mismo" (Mister Vértigo).
Un circunloquio nos conduce hasta las afueras del verbo, allí donde la precisión tan sólo comunica / lo que la niega en el fulgor.
[...]
En la consciencia embriagada se produce la disolución imprescindible entre el despertar y el estar despierto (o, lo que es lo mismo, entre la visión y la contemplación).
[...]
Sólo en la evidencia de la precariedad se accede a la constatación de lo invulnerable.
[...]
Ripios: trampas para fetichistas / como el que esto escribe.
[...]
De todas las teclas del piano, he tenido que pulsar / justo la sordomuda.
[...]
Amordazada, esta cuerda
ya no vibra por las mañanas
su condición retráctil le coloca
una sordina en las entrañas.
[...]
La exploracíón sólo es más noble que la custodia / en la medida en que preserve oculto lo que cree desenmascarar.
[...]
¿Aplomo? Me hundiría hasta el fondo. Si debo seguir pescando, prefiero ser el corcho, la boya en superficie que mantiene / relaciones carnales con los cuatro elementos.
[...]
"Si miras la cara de alguien durante el tiempo suficiente, acabarás por sentir que te estás mirando a ti mismo" (Mister Vértigo).
[...]
Enuncié el final de todas las cosas, y la fuente volvió a manar--ella, la ausente, la que sólo emite su canción cuando todo ruido ya ha cesado.
[...]
Supe que era un túnel, y que lo estaba cruzando, sólo al divisar un punto de luz al fondo.
[...]
Una piragua y el arroyuelo: mutuos, se solicitan.
[...]
Pasado cierto tiempo, el sendero que se abría delante de ti vuelve a cubrirse de zarzas y malezas: volver a recorrerlo tatuará tu piel de quejas rezagadas y reproches en forma de punzón.
[...]
¿Sacrificar la propia vida por una causa? Bien, pero entonces, ¿quién va a cargar con las consecuencias?
[...]
Las blandas estructuras que adoptó la cera líquida parecen de piedra cuando se solidifica.
[...]
El vidrio que, candente, puede adoptar cualquier forma, se endurece y deja de cambiar otra vez frío.
[...]
Calla el bosque justo antes de amanecer: como un presagio o una amenaza, los animales esperan.
[...]
Al igual que para obtener agua en un páramo desierto, para rejuvenecer HAY QUE PERFORAR.
[...]
El alma que vendió Fausto fue la perecedera--o, mejor, la trocó por la que él ambicionaba: la informe, la no nacida, la que jamás ha de morir.
[...]
Densidad sin asperezas, cuerpo perfectamente armonizado, afluencia de vientos buenos, agua tranquila, ¿cuándo me inundaréis de nuevo?
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¿Cuánto tiempo puede sostenerse el funambulista en lo alto de un cable no lo bastante tensado?
El día después de la Gran Campanada, sus armónicos aún sonarán / como graznidos de los cuervos en un campo de cebada.
[...]
Por alguna extraña razón, la apertura de las puertas no me llevará hasta lo abierto: aún tendré que aguardar hasta el Aguacero, fuerza que limpia, renueve el vertedero donde he venido a vivir.
[...]
La sola existencia de un instante de plenitud nos da darecho a quererlo prolongar, y nos obliga, nos impone el deber de hacer que dure. (Vista así, no sé si la iluminación es un indulto o una cadena perpetua).
[...]
Como un monje, mantengo el celibato del cuaderno (abierto para los ojos y cerrado para los pies)
[...]
Las visiones antiguas siguen refulgiendo ante el sublime espectador: en la sala de reestreno, las proyecciones se suceden en sesión continua / únicamente para el público infantil.
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