3 de Octubre 2004

NO ATENDERÉ

El que suscribe, pimpante alma desgarrada, vecino de la diáspora en pleno éxodo, de oficio desconocido y tarea continua, habiendo alcanzado el limíte extremo de sus capacidades a la tierna edad de tantos años, sabedor que, en adelante, su existencia va a reducirse a repetir, evocar y autoplagiarse; consciente de de emprender el camino de bajada sin haber coronado cimas de consideración; exhausto y confundido ante la falta de salidas, o de vías de retorno al paraído perdido de la jovialidad; escéptico mas no cínico, ahumado aunque sin llegar a quemarse del todo; víctima de su propia megalomanía, quizás no inmotivada, pero en cualquier caso infértil (la mera convicción no es un fruto carnoso); renuente al compromiso desgastador, al pacto menguante, a la especulación y las cláusulas de conciencia; asumiendo, que en lo sucesivo, ya no se trata de hacer acopio, sino –en la pecata medida de lo posible– de conservarse,

DECLARA:

No atenderé reclamaciones, vítores, censuras, encomios, propuestas de colaboración, quimeras colectivas, oprobios ni ilusión ninguna que me aparte (intermitencia final) de mi propio centro incoherente.

Escrito por JoséLuis a las 3 de Octubre 2004 a las 01:42 PM