La plétora: la expectoración. El ínfimo revolcón de tu energía rebotando por las paredes del cuadrante reservado a tu gesticulación, al pujante ascenso del elevador mecánico-maquínico o biótico (no lo sé, yo no estaba: mi limitaba a mirar y a transmitirlo), a la inflación de verbos sin conjugar (yo no estaba), al sobreexceso incontenido de adjetivos indefinidos (me limitaba a mirar), a los desajustes de aúpa y el deslizamiento de la plataforma continental (transmito, transmito), a ese instante único de emprender la subida o, en su defecto, de tan sólo transcribirlo...
Escrito por JoséLuis a las 27 de Mayo 2004 a las 11:58 AMNo he entendido nada.
Pero me gusta. Tiene ritmo.
De eso se trataba, Somófrates. Nada más. De ritmo, de ritmo, de swing.
Escrito por Trombo a las 27 de Mayo 2004 a las 12:14 PM