Lo sagrado y lo profano
Es profano
el tiempo de la cosecha:
por eso se concentra
en el otoño,
la estación de los balances.
El tiempo sagrado
es el de la siembra:
de ahí la primavera,
el instante
de las apuestas ciegas y los votos
incondicionales.
Virtudes del azahar
Virtudes del azahar
descendiendo sobre las calles
cortina redentora del aroma
al contacto con el suelo,
con la ropa anhelante
de veracidad.
Ensalmo en la ciudad:
de la insipidez de antes
a la suculencia de ahora
(y yo, de nuevo, creo).
Las verdades del hálito
Los vaivenes de la recepción
(ruidos, toses, parásitos:
inmundicia que del éter se adueña,
basura espacial) no hacen mella
en la integridad del mensaje:
para el desconocido emisor,
las verdades del hálito
son indudables
pasajera
aquí la incomunicación,
seguro el abordaje.
Ser de otro modo
Coqueteos: furtivos
atisbos de un mañana
que sólo apetece florecer
(sin ningún fruto).
Insinuación
presagio de la argamasa
que se demora en su puro
acontecer.
Hechizo
absoluto, esa promesa
envolvente de ser
de otro modo: exacta
indeterminación,
carencia plena.