11 de Noviembre 2003

Paradero desconocido

"¡Oh, como una vela venturosa
me desprendo de la costa, y la ola de la vida
por sí sola me deja!"

HÖLDERLIN, La muerte de Empédocles

No tenías a dónde mirar, cuando cerraste los ojos: ignorabas tu paradero. Tus pasos se habían detenido mucho tiempo atrás, cuando tomaste asiento, y no te quedaban (así lo creíste y así lo dijiste) grandes distancias por recorrer.

Carecías de horizonte, o eso pensabas / tras agotar una sola de las sendas: no iba tu pensamiento en dirección norte, ya no surcaba / aguas profundas tu embarcación.

Y ahora, que yaces / de nuevo en la ensenada, recuerdas las bondades del camino, la atracción desmañada de lo Abierto --sin forma, sin fondo: pura sustancia en expansión.

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Escrito por JoséLuis a las 11 de Noviembre 2003 a las 06:42 PM