23 de Junio 2004

LA OFRENDA MUSICAL

“La función de un elemento nutrititivo es la de transmutarse,
no la de imprimir huellas indelebles” (I. Shah).

El tema que me propusiste fue: “ayúdame a entrar”.

Yo lo envolví en puertas giratorias y persianas enrollables, no en vano le debía la ceremonia reservada a las contraventanas y el denso cortinaje cuando cede y deja ver lo que ocultaba.

Llegué a casa, al hogar en llamas amueblado con teclados, laúdes y todo tipo de instrumentos caídos en el olvido (mi favorito: un arpa que sigue el ritmo de la respiración humana).

Puse el tema en el atril, tu anuncio de tan sólo tres compases, dos de los cuales alicaídos y el restante, poderoso en grado sumo.

Probé a ejecutarlo al clavecín, en homenaje tan sólo al artista de la fuga sin fin y maestro bastante en el arte de los desarrollos. Me gustó el tono lánguido e insinuante, pero no su escasísima capacidad de percusión (tu petición era sibilina, pero mi respuesta debía rebasarla ampliamente por la izquierda).

Pasé al órgano positivo, el cual, pese a su nombre, potencia las emociones negras: ni rastro del impulso humanitario que yo le supongo a toda demanda de socorro, sobre todo si ésta procede de un espíritu que se precipita en el marasmo espurio y soso.

Uno tras otro, fui interpretando el tema infausto con los miembros de la orquesta completa: el frágil oboe d’amore, la sagrada viola da gamba, la tiorba anacrónica… sin resultado. La frase de marras acababa mutando, una vez y otra, en su contraria.

No te extrañe, pues, que en lugar de la ofrenda concertada, yo te regale esta otra, tanto o más desafiante en lo musical cuanto inhumana: entra en mí y salgamos los dos juntos; quizás no pasemos a la historia del Arte pero, para compensarte, la densidad sí te la aseguro..

Escrito por JoséLuis a las 23 de Junio 2004 a las 11:53 AM
Comentarios

Deberías hacer con los textos del blog lo que has hecho con éste. Lanzarlos a lugares transitados más a menudo. ASí recibirías muchos más comentarios. Aquí parece que nadie se moja. Me da pena, con lo densos y buenos que son....que estés aquí, a la sombrita del pino..

Por cierto, me hincho como un pavo ante tanta dedicatoria sublime.

Marian

Escrito por MARIAN a las 23 de Junio 2004 a las 06:00 PM
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