13 de Enero 2004

Ave Fénix

"Se consume el Ave Fénix
tornándose ceniza, pero también
se transforma, reapareciendo
después en todo su esplendor,
y más bella que nunca"

W. VON ESCHENBACH

Mimetiza el viejo actor los gestos de siempre, por si el apuntador decide al fin comparecer y susurrarle el texto olvidado (ése, el que les transportaba).


La confianza en que, de un momento a otro, caerá la antigua luz sobre mi cabeza extraviada, me induce a seguir nadando en plena noche (tronco a la deriva por la charca infestada de parásitos).


La fe del carbonero se pone a prueba cuando, tras mucho cavar infructuoso, sólo consigue acarrear arena.


Acumulando imágenes mates, ya sólo aspiro a la emergencia postrera de la LUZ.


Si no dispones de un espejo en el que contemplar tu antigua imagen sagrada, confórmate con evocarla (corregida y aumentana) en el azogue blanco del recuerdo.


La pregunta no es tanto lo que, en efecto, eres sin alas a la espalda, sino lo que, presuntamente, fuiste con ellas desplegadas.


Cuando un fluido cristaliza, se vuelve quebradizo y se rompe en mil pedazos con gran facilidad.


Topetazos perfectamente materiales contra mis propios límites ilusorios.


Si este Prometeo está mal encadenado es porque él NO cometió heroicidad alguna, ni robo en nombre de nadie, ni siquiera una triste transgresión con la que purgar su desproporcionado castigo.


La insuficiencia apela a la suficiencia, la llama a comparecer y, de este modo, la alimenta y le proporciona una guarida para cuando decida resplandecer de nuevo.

Escrito por JoséLuis a las 13 de Enero 2004 a las 11:25 AM